¿De qué hablamos cuando hablamos de acrílicos?

La pintura acrílica es una clase de pintura que contiene un material plastificado, pintura de secado rápido, en la que los pigmentos están contenidos en una emulsión de un polímero acrílico. Aunque solubles en agua una vez que secas son resistentes a la misma. Destaca especialmente por la rapidez del secado. Asimismo, al secar se modifica ligeramente el tono, más que en el óleo. La pintura acrílica data de la primera mitad del siglo XX, y fue desarrollada paralelamente en Italia y Estados Unidos.

El acrílico fue afin a los pintores jóvenes del siglo XX debido a que, en gran medida, el medio era congruente con elementos de su nueva forma de vida: el dinamismo de las grandes ciudades, la producción en serie de las fábricas y la velocidad a la que viajaba la información gracias a las telecomunicaciones, los autos y los aviones. El rápido tiempo de secado del acrílico se adaptaba a la nueva y veloz forma de vida, nunca antes experimentada. De este modo, el acrílico brindó a muchos pintores el dinamismo para expresar este nuevo paradigma histórico, junto con una gran libertad creativa y estética que permitía manifestaciones plásticas de resultados y secados inmediatos. Este nuevo material dio vida a técnicas como los drippings de Pollock, los brochazos de Motherwell, la serigrafía de Warhol y tantas otras técnicas que necesitaban estas características. El acrílico les dio a muchos la posibilidad de tener en sus cuadros comienzos rápidos, finales rápidos y secado rápido, permitiendo agilidad al inmediatamente poder colgar el cuadro y venderlo, como en el caso de la fábrica de Warhol.